lunes, 16 de julio de 2012

FINAL FELIZ










Aunque parezca mentira, tengo una vida amorosa aburridísima, llena de desencuentros e ilusiones nada reales. Parte de culpa la tiene mi enfermiza adicción de películas bobas donde el amor siempre triunfa, capitaneada por la asquerosa Sandra bullock. Sí, la odio con todas mis fuerzas. Sandra sale en una vía de tren, vestida de H&M, y se le aparece el amor de su vida: hombre guapo, atlético, con estudios universitarios, rico, amable y atento. Dichos atributos han estado en mi vida sentimental, pero no aglutinados en una misma persona, ya hubiera querido yo.






 ¿Por qué me creeré que se puede extrapolar en mí las pelis de la odiosa Sandra?






Siempre he estado alerta a la hora de encontrar a mi media naranja y de las rebajas de Maison Martin Margiela. Veo señales pero casi siempre son equivocadas, recuerdo una muy impactante, era por medio de una página de contactos(Utilizo todos los medios posibles), un chico Holandés Judío con una foto en un barco, muy estilo Chanel Allure Sport, Perfume que utilicé hasta que un micro amor de esa época me la copio, odio eso. Volviendo al tema, en la foto era guapísimo, con un cuerpo de modelo espectacular, además se le notaba que nadaba en la abundancia, vamos, el típico que se enamora de Sandra, pero este era mejor …¡¡¡¡ ya que se interesaba por mí!!!! Decidimos quedar, el pueblo: Rojales, vinieron dudas a mi cabeza pero las disipe al ver la foto con los cabos marineros…¡¡¡que manos más bonitas!!!... llego el día,una hora antes delo citado, estaba esperándolo, mi imaginación al verme con la kipá, tocando la puerta de la sinagoga como Charlotte, quitándome el ordinario Pérez para llamarme Antonio Van der Vaart…¡¡¡que ilusión!!! Que ansiedad, mi vida cambiaba. Toda esta ilusión-ansiedad se disipó de un plumazo cuando apareció la versión Pantoja de Puerto Rico (con una bandolera de cebra de imitación a la altura de la rodilla) doblar la esquina y acercarse a mí. Tragué saliva  y entonces pensé que Pérez no está tan mal, la Kipá me hace la cara redonda y el holandés era tremendamente fotogénico. Me tome una café con hielo con el en un bar en dicho pueblo, donde hablábamos banalidades como el tiempo que hace, es ideal en España, etc.  Antes de que se pensara que me interesaba algo, hice el toque de emergencia a mi buena amiga Alicia que siempre me salva de estas situaciones tan embarazosas. Gracias Alicia por salvarme del judaísmo.


Nunca más intentare quedar por internet ya que mis quedadas siempre han sido de este tipo y me guardo muchísimas más. Aunque odie con todas mis fuerzas a Sandra, he de reconocer que me muero porque mi love forever  me recoja de un tropiezo en el puente nuevo porque un adoquín estaba suelto , chocándonos al doblar una esquina de la calle Jorge Juan (Madrid) o en una cafetería mona (en Orihuela este punto nunca pasaría).
A pesar de todo, siempre estoy expectante de lo que me pueda ocurrir referente al amor, no concibo mi vida sin ilusión, sin mariposas dentro de mi barriga (podrían haber 375 especies dentro), vamos que no cejo en el empeño en traspasar un final feliz tipo “Mientras dormías” , “Amelie”, “27 vestidos” y demás películas chorras, ya que un final feliz  de  moña-película es como un traje de cashmere de Lanvin hecho a medida, ideal e irrepetible.



Un saludo, siempre vuestro.



















7 comentarios:

  1. Soy un poco como tú, Antonio,nunca pierdo la esperanza de que mi chico ideal pare mi taxi en medio del puente de San Francisco o entre por la puerta de mi tienda y se dirija a mí diciendo:"Por fín te he encontrado"...
    Siempre me acabo creyendo el final feliz, aunque sea por un minuto.

    ResponderEliminar
  2. ¡que grande eres estansito mío! si yo te contara alguna de mis citas a ciegas jejeje...me encanta leerte porque siempre me arrancas sonrisas, y no te creas que tengo muchas. Sigue alegrándonos el día. Un besico salao

    ResponderEliminar
  3. Como me ha gustado... :D
    Yo soy un poco así. Nunca pierdo la ilusión de ver aparecer mi príncipe azul cabalgando en su perfecto blanqueante caballo blanco.
    Y siempre hay quienes me rompe esas ideas o quienes me dicen q vivo demasiado en mis mundo de trabubulandia.
    Y la cual de todo esto las tienen esas pelis. Q nos meten que los finales felices existen...
    Alguna día nos llegaran ese príncipe azul... Veras! Sino, al menos, nos lo imaginaremos :D
    Un beso!

    ResponderEliminar
  4. Dios buenisimo,espectante hasta ver jo que noera tan tan como aparentaba, es que internet tien mucha mentira,jo yo tambien quiero que lo encuentres un besico

    ResponderEliminar
  5. querido antonio a veces el principe azul lo hemos tenido delante de uno mismo pero uno no a prestado atencion,asi es la vida todos pedimos el mejor estado de animo q es el estar enamorado pero despues lo q pedimos y deseamos no le prestamos ninguan atencion y el principe se va a cabalgar otro caballo jajjajajaa

    ResponderEliminar
  6. I WILL SURVIVE TOO¡¡¡

    ResponderEliminar
  7. Eso te pasa por ver esas películas tan ñoñas y de final felíz y predecible, es que no me haces caso, tienes que ver películas de las que yo te aconsejo, te abren la mente, y te hacen bajar al suelo. Supongo que sabrás quien soy.

    ResponderEliminar